En el mundo, es bastante común el encontrarnos con diversos componentes naturales que contienen grandes beneficios medicinales. Este es el caso de cúrcuma, una especia que cuenta con una gran cantidad de beneficios, gracias a los ingredientes que contiene. De hecho, está considerada como la reina de las especias y su usos, tanto en la cocina como para la salud se ha extendido mucho, especialmente en países asiáticos. Aunque en la actualidad se ha vuelto muy popular en la comida de occidente gracias a su sabor y aroma.
La obtención de este condimento es algo bastante sencillo, debido a su popularidad, es posible encontrarla en prácticamente cualquier supermercado. Sin embargo, es muy importante que compres la cúrcuma más pura que encuentres, ya que esto va a darte mejores resultados, tanto en la cocina como en la salud.
¿Qué es la cúrcuma?
La cúrcuma es una especia que proviene de la raíz de una planta con el mismo nombre, que, generalmente, proviene de India o Asia. Su principal ingrediente activo es la curcumina, este componente, te puede brindar una gran cantidad de beneficios. La curcumina tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Los investigadores están estudiando si puede ayudar a las enfermedades en las que interviene la inflamación, desde la artritis hasta la colitis ulcerosa.
Por ejemplo, en un estudio de pacientes con colitis ulcerosa, los que tomaron 2 gramos de curcumina al día junto con la medicación recetada tuvieron más probabilidades de permanecer en remisión que los que tomaron la medicina sola. La cúrcuma también se ha relacionado con un menor dolor de artritis y una reducción del colesterol. Inclusive, se ha demostrado que la cúrcuma está relacionada con el aumento de serotonina en el organismo.
7 consejos para que empieces a tomar cúrcuma
A continuación, te daré una serie de consejos con los cuales podrás empezar a tomar cúrcuma de una forma muy segura.
Busque la “tecnología de fitosomas”.
Busque en la etiqueta un producto fabricado con “tecnología de fitosomas”. Este tipo de curcumina tiene una absorción 29 veces mayor en el organismo en comparación con los extractos de curcumina estándar. Esto es sumamente importante, ya que va a permitir que puedas aprovechar al máximo los nutrientes que esta contiene.
Comprueba tu dosis
Aunque los médicos suelen recomendar tomar 500 miligramos dos veces al día con la comida, la dosis adecuada para ti depende de tu estado de salud general. Más no siempre es mejor, así que habla con tu médico. Para una absorción óptima, intenta tomarlo con grasas saludables para el corazón, como aceites, aguacate, frutos secos y semillas, añade.
Empieza con poca cantidad y ve aumentando
Aunque la mayoría de la gente tolera muy bien la cúrcuma, es posible que se produzcan alergias o intolerancias, así como un poco de malestar estomacal. Si tienes una dosis objetivo en mente, empieza con la dosis más baja y ve subiendo. Este proceso debes hacerlo de forma lenta y sostenida, para evitar que un incremento brusco pueda llegar a afectar tu salud.
Ser exigente merece la pena
La calidad de la materia prima con la cual está fabricado el suplemento marca la diferencia. Busque la auténtica cúrcuma india para la cocina. En cuanto a los suplementos, busca un producto con el menor número posible de ingredientes inactivos y rellenos.
No compres en exceso
Es muy importante que únicamente compres lo justo y luego reponga la existencia. Su calidad se reduce al estar expuesto al aire por mucho tiempo, de preferencia, guárdala en un lugar fresco y oscuro.
No dejes de tomar tus medicamentos
La cúrcuma puede ayudar a complementar los nutrientes que obtienes, pero no es un sustituto de los medicamentos. Ningún suplemento dietético puede sustituir a los medicamentos, ni siquiera a una dieta bien elaborada. Si la dieta que sigues no es sana, el solo hecho de consumir cúrcuma no va a hacer la diferencia.
Escucha a tu cuerpo
Aunque el riesgo de efectos secundarios es bajo y las interacciones con los medicamentos son poco probables, deja de tomar cúrcuma si notas algún efecto nocivo. La cúrcuma puede provocar hinchazón, y existe la preocupación teórica de que pueda interactuar con los medicamentos para la coagulación de la sangre. También hay que evitarla si se padece una enfermedad de la vesícula biliar.
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